martes, 30 de octubre de 2012

LAGRIMAS...


¿Ante quién lloramos? Los hombres parecen odiar nuestras lágrimas.

¿Es acaso porque ellos no saben qué hacer cuando una mujer llora, o porque las mujeres han usado las lágrimas para manipularlos, tanto para que ellos se alejen?

El hecho de que Dios es un Dios celoso y que aquellas lágrimas le pertenecen a Él puede ser la razón que explica la indiferencia de nuestros esposos, a veces,
hacia nuestras lágrimas. “Llamarás, y el Señor responderá; pedirás ayuda, y él dirá: ‘¡Aquí estoy!’” Isaías 58:9.

“No dejes de clamar al Señor por nosotros… ” 1 Samuel 7:8.
Esta victoria puede tomar más tiempo para ser manifestada en la carne. Esperamos las cosas que no se ven. Esto necesitará nuestra fe en Dios. Llore delante de Él solamente, ¡no delante de
su esposo! ¡Sólo Dios tiene el poder de cambiar su situación!
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